La mayoría de estos nombres son despectivos o se pueden usar con este sentido. Todavía se puede escuchar en las películas españolas de los años 60 y Sí, hombre, ahora me voy hacer pilingui. Es un comentario habitual en muchos hombres. Irle la marcha eufemismo a una mujer, también se refiere a la promiscuidad. Parece que no haya roto un plato, pero le va la marcha. Nótese que cualquiera es un pronombre indefinido y que necesita el verbo conjugado y el artículo indeterminado para tomar valor ofensivo. Si decimos de un hombre que es un cualquiera, indicamos que es una persona insignificante o sin fortuna: Ella se podría haber casado con un millonario, pero se casó con Luis, que es un cualquiera.
Ellas son infieles, pero tienen sus razones Las maduras solo quieren a los jóvenes para un rato. En declarado, de unos 34 años. Así lo ha determinado una encuesta realizada por el sitio web de citas extramatrimoniales Gleeden. El compromiso es una cosa, y la diversión, otra. Tras interviuvar a Las razones que aportaron estas féminas son muy diversas, empero las respuestas mayoritarias viraban en baritel a la mayor satisfacción sexual que les proporcionaban estos jovenzuelos. Parece anatomía que ellas los prefieren de una edad para unas cosas, pero para otras no.
Y también un infierno Que la acción y la intensidad de las amistades entre adultos esté mejorando es una buena noticia. Por desgracia, este cambio conlleva peligros que no se pueden ignorar El aprendizaje sobre el amor y el sexo dura toda la vida. Llegar a la cuarta decenio no asegura, en la época en que vivimos, ni una pareja tampoco una vida, en general, estable. En medio del camino de nuestra biografía Los entrevistados veían las enfermedades venéreas como algo ajeno a su biografía Como ya tratamos en un gacetilla anterior, muchas mujeres sienten que la madurez es un buen momento para ampliar las posibilidades de su ambición. Recientemente la alarma ha saltado desde las autoridades sanitarias debido a que se ha detectado un incremento en los contagios por VIH, gonorrea, herpes, sífilis y clamidia entre una localidad que anteriormente no se consideraba de riesgo. Estos adultos aprendieron sobre amor hace décadas. El estudio se servía de 31 entrevistas realizadas entre hombres y mujeres heterosexuales, con edades comprendidas los entre 45 y los 65 años. Los investigadores se sorprendieron de que a pesar de que los participantes reconocían los nombres de las enfermedades mencionadas, se mostraban, sin bloqueo, particularmente inseguros respecto a los detalles y los riesgos de cada achaque.