La respuesta parece muy evidente: porque es placentero, agradable y erótico. Ellas explican dónde lo prefieren. Así que presta atención: saca todo su potencial a todas sus zonas erógenas. El cerebro juega un papel fundamental en el erotismo pero, con imaginación o sin ella, las zonas erógenas son capaces de ejercer por sí solas como estimulantes sexuales.
Para ello voy a tratar de actuar un resumen analítico capítulo por capítulo, haciendo incapié en los aspectos que estimo de mayor interés desde el punto de vista sexológico: Capítulo I La historia comienza con el matrimonio entre Clifford Chatterley y Constance Connie en Su luna se melaza duró un mes. Él se marcha a la guerra y a los seis meses vuelve destrozado físicamente, en silla de ruedas e incapacitado de cintura para abajo. Efectivamente inicia una relación ocasional con Michaelis un joven irlandés enriquecido con sus obras de teatro. Y Michaelis, por ser macho sin esperanzas, no era capaz de amar. Ni que decir tiene que la relación entre Michaelis y Connie fue destruida de un solo golpe. Desde mi punto de vista, la ruptura de esta relación la provoca el Hombre Michaelis , por el miedo que tiene ante la Madama Deseante Connie. Yo diría que, en estos momentos, Connie concibe la Sexualidad como algo periférico en su biografía.
Y es que, si no tienes ganas de notar miembros viriles en tu viril esfínter, obviamente, la cosa no va a funcionar. O al menos, basarse una vez. Para que no digan que no lo has probado todo en esta biografía. Si el conjuro lo haces mientras escuchas un single de Madonna al revés y te bebes la sangre de encogido vírgenes, tiene el doble de efectividad. No sólo para la penetración anal, claro, también para tu vida cotidiana. Pero el caso es que es importante llevar una buena respiración, que nos lleve a la relajación de los esfínteres. Sólo que, hasta que te hayas aplicado al pene en tu afectividad, te relajes. Una vez lo tengas ya todo controlado, puedes dedicarte a respirar y gemir como si no hubiera un mañana.
Es inevitable. Si no es así, deberías hacer todo lo posible para que lo fuera. Los sexólogos demuestran que tiene muchos beneficios para la salubridad mental y física, y hay algunos que hasta se atreven a largar que han perdido unos cuantos kilos gracias a su frenética actividad venéreo. Sea como fuere, dar rienda suelta al deseo que sientes hacia otra persona es una de las cosas que mejor nos hacen sentir. Una actividad muy placentera hasta que te haces daño. En el sexo, al margen de hormonas y felicidad, existen mordeduras, lesiones, sequedad en las zonas íntimas y de vez en cuando alguna que otra rotura difícil de imaginar en partes demasiado sensibles.