Para ser sinceros todavía estamos intentando descubrir qué puede hacer la oxitocina. El simple contacto corporal hace que el cerebro desprenda niveles bajos de oxitocina — tanto en ti como en la persona con la que te encuentras —. Y aquí no acaba todo, ya que igualmente destaca por ser un compuesto del cerebro muy importante para medir la verdad, un aspecto muy importante a la hora de desarrollar relaciones emocionales. La oxitocina ayuda a despertar la excitación sexual y a que el hombre mantenga sus erecciones. Por ejemplo, durante la eyaculación los hombres desprenden un cóctel de sustancias químicas dentro del cerebro entre las que se encuentra la oxitocina. Estas sustancias químicas pueden intensificar los vínculos afectivos en la pareja, lo que ayuda a las parejas a alcanzar un fuerte grado de intimidad y entendimiento. Y la oxitocina, junto a la dopamina y la norepinefrina, son también fundamentales en las relaciones de larga duración. Así que cuando sientas la necesidad de compartir tus sentimientos después del acto sexual puede que sea porque las hormonas han decidido hablar. Gracias por subscribirte!
Alarma ante las infecciones Cada cuerpo es un mundo y lo que para unas personas es normal, para otras puede no serlo. Esto ocurre, por ejemplo, con el flujo vaginal. Lo importante es que el flujo vaginal no sea visto como como poco sucio o malsano. El flujo vaginal es un líquido claro o blancuzco que sale de la vagina. Generalmente la cantidad de moco varía a lo largo del ciclo menstrual y en función de cada mujer. Las duchas vaginales acaban con las bacterias sanas que protegen la vagina. A lo largo de la vida no siempre se tiene la misma abundancia de flujo.