Londres es una ciudad en la cual puedo descubrir nuevos sabores, ir a sitios que conozco de toda la vida, reencontrarme con viejos amigos o conocer a nueva gente. Es como mi segundo hogar, donde a cada esquina resuenan recuerdos de mi pasado. Hasta mis veinte años, mi tía llevaba un pub justo al lado del South Bank. De hecho, el pub jugó un papel muy importante en mi camino hacia la madurez. También es el lugar donde he hecho amigos para toda la vida, donde conocí a mi primer novio y lloré mi primera ruptura, donde bailé al ritmo de la samba y el jazz y aprendí a servir una caña. El primero que os quiero presentar es el Founder's Arms, justo al borde del South Bank y con una buena terraza mirando al río. En cuanto a lo que bebidas se refiere, es un lugar bastante tradicional: vino, cervezas, sidra y licores. A pesar de no ser el lugar indicado para cócteles de vanguardia, el lugar me encanta para un día de primavera tardía u otoño temprano con su sidra fresquita o una buena caña bajo el sol. Mi favorito entre todos ellos es Studio
Mucha gente y muy cachondos todos incluido yo claro!! Después de la lavadero, he ido a la piscina, chorritos de aguan en mis genitales para excitarme y se acerco un macho con su miembro bien tieso. Fui a ver una película y entretanto me tocaba, se acerco otro, unos 55 años, buen cuerpo, y bajo su toalla se podía ver su miembro viril bien duro, fuimos a la habitación Londres. Besos, caricias y cuando empecé a chuparsela, un dedo bien profundo en mi dulce ojete. Al final, un buen 69 en la camilla y para rematar el encuentro, se me corrío en mi boca, que dulce placer caliente. Una vez acabó de correrse, yo continué a mamarsela hasta limpiar todo. Después fui al sexroom, entré, me senté y de repente 2 buenas pollas se me pusieron delante de mi boca… uffff… no iba a escamochar tan suculentos platos.
Sonó claro y fuerte el cachetazo en la sacristía. El padre Georges tampoco siquiera lo pensó: sus reflejos de karateca respondieron por él, y lanzaron un oitsuki. El sacerdote había llegado a la iglesia con tiempo, se había puesto el alba y la estola ritual. Su jefe lo convocó para un ritual de exorcismo que venía difícil. Pero no tardó abundante en darse cuenta. Es el comienzo de lo que no podré saber. Le dijo a Georges: voy a buscar al rector de la iglesia, creo que no estaría mal que fuéramos tres. El sacerdote comprendió que no era ella la que hablaba sino el Diablo que traía en el cuerpo.
Debora una asistenta de la gleba con mucha pasión. Soy la acompañamiento. General, para estar momentos inolvidables. Sumisa, en un experimento de granjearse al Amo, hizo un acción espontáneo de delito para rozar su busto zurdo con el agalludo derecho de Cacique. Amo paró.