Desde su juventud, demostró poseer un talento natural para escribir ensayos e historietas. Adquirió de esta manera el conocimiento exacto de varios puntos históricos, curiosas tradiciones y leyendas de que tan bello uso ha hecho en su Sketch-Book y en la History of New York. Enamenazado de pulmonía, se embarcó para Europa y permaneció en el extranjero cerca de dos años. En compañía de algunos compañeros inició entonces la publicación de una obra por entregas llamada Salmagundi la cual, bien dirigida, obtuvo éxito. Dirigió durante dos años una revista en Filadelfia a la cual contribuía con artículos incluidos después en el Sketch-Book. En sirvió como ayudante del gobernador Tompkins, y cuando terminó la guerra, regresó de nuevo a Europa donde permaneció esta vez diecisiete años.
Tienes muchos prejuicios, te crees que los hombres somos animales que no decimos a nada que no, crees que sólo pensamos en sexo y por eso te choca tanto. Pues sí, los hombres también sabemos decir que no, los hombres no sólo pensamos en sexo pensamos igual que vosotras. Porque nosotros también somos personas y no animales, tenemos sentimientos y no instintos, y parece que eso os cuesta mucho de entender. Esto es la igualdad. En un mundo óptimo los problemas se hablan y se buscan soluciones pero la realidad es que muchos hombres aguantan en silencio durante un tiempo y después dan el tema por perdido, no se trata de justificar nuestro comportamiento, empero así son las cosas. Ya sabemos que para ti hombres y mujeres son sólo machos y hembras. Rex, de acuerdo contigo, pero recuerda, el hombre no tiene por qué acostarse con mujeres, también puede acostarse con hombres.