Por lo mismo mis 4 hermanas crecieron bajo esa férrea educación. A mi me educaron para ser todo un macho, y a ellas para ser dominada por un macho. Yo para mandar y ellas para obedecer, era clarísimo que se iban a sentir menospreciadas y disminuidas por mi. Por eso yo no esperaba buenos tratos de ellas, y ellas mucho menos de mi. Vivíamos como desconocidos en nuestro propio hogar. Pero solo a mi, a mis hermanas no. Laura y Verónica eran las menores con 6 y 4 años respectivamente.
Empieza así: Estoy casi temblando de la emoción, me invade una mezcla de romanticismo, felicidad, pasión, deseo sexual, excitación y mil otros sentimientos bellos, tantos que ni siquiera el placer de bañarme con mucha agua caliente, enjugar mi cuerpo con aceites perfumados y cremas de baño, logro tranquilizarme, me realizo una limpieza íntima a consciencia y ahora sí, estoy lista en la primera fase. Voy al luna de cuerpo completo a verme y me cautiva como me veo. A pesar de haberme declarado gay, y ellos haberlo aceptado, no abrían gastado tan bien aceptar que en aquellos tiempos yo realizara rutinas aeróbicas para aumentar volumen en las zonas bajas, en lugar de levantar peso como un jovencito normal. Bueno ahora me voy a maquillar, me gusta hacerlo antes de ponerme la ropa exterior, me excita mucho hacerlo así.
A la mañana tengo el calzoncillo todo mojado. Dijo mi tía. Se levanto y se fue de la estancia, al ratito volvió con un cacerola de vaselina y un guante. Me pare y me saque el calzoncillo y quede desnudo. Al ver mi pitito mi tía dijo: — Actualidad entiendo, tenes tetitas y pija chiquita. Obedecí y mi tía se puso el guante y me unto con vaselina mi culito y también su dedo medio.