El lunes que abrieron las terrazas de los restaurantes en València, Francisco Vidal, para los amigos Kiko, sintió un batiburrillo de emociones sin precedentes. Diecisete años como maestro de ceremonias en Comer, Beber, Amarla taberna de sus amores, que se llama como una película de Ang Lee Cuando un hostelero vive dos décadas en una ciudad, se cree que lo ha visto a todo. Al principio, como tienes que pagar deudas, no puedes hacer mucho. Luego, te permites servir cosas por capricho, o asumir riesgos como la coctelería, relata. Pero entonces, llega un virus microscópico y te cambia la vida. Estamos llenando todos los días, mañana y noche, a doble turno, para recuperar todo el tiempo perdido, reconoce. Fotos: KIKE TABERNER Mientras retoman la actividad, estabilizan las cuentas y se enfrentan al nuevo mundo, una normativa imprecisa y desconcertante les obliga a implementar una serie de protocolos de seguridad y medidas de higiene que les trae de cabeza.
Y es que, si no tienes ganas de notar miembros viriles en tu viril esfínter, obviamente, la cosa no va a funcionar. O al aparte, probar una vez. Para que no digan que no lo has axiomático todo en esta vida. Si el conjuro lo haces mientras escuchas un single de Madonna al revés y te bebes la sangre de encogido vírgenes, tiene el doble de eficacia. No sólo para la penetración rectal, claro, también para tu vida cotidiana. Pero el caso es que es importante llevar una buena respiración, que nos lleve a la relajación de los esfínteres. Sólo que, hasta que te hayas adaptado al pene en tu interior, te relajes. Una tiempo lo tengas ya todo controlado, puedes dedicarte a respirar y gemir como si no hubiera un mañana.